Mucho del éxito de estas grandes empresas radica en una estrategia de negocio infalible en donde la investigación de las necesidades de su cliente y además de la creación de estas necesidades ha sido de las más exitosas. Las empresas y grandes compañías en el mundo han caminado sobre el sentido de la eficiencia, la reducción de costos moderada, la inversión correcta y apostando a estudios mercadológicos integrales que demuestren en el más y más amplio sentido cuál es el camino a seguir para lograr capturar los clientes deseados. Sin duda alguna aquellas que se han arriesgado e innovado, en general hoy día son exitosas.
Pero un aspecto está en todo lo anterior, un aspecto que del que no se habla mucho pero es inherente al desarrollo de cualquier empresa y organización; su recurso humano.
La tendencia de humanizar este recurso es también la puerta y la ventaja competitiva de muchos empresarios hoy día.
Aquellos pensamientos de que el patrón provee el salario y el "empleado" trabaja por un sueldo, ya no da mayores resultados, más que una sobrevivencia necesaria en cualquier negocio, un contrato simple sin mayores compromisos de ninguna de ambas partes.
Pero aquellas organizaciones que consideran su capital o recurso humano tan importante como su cliente, que lo entienden, lo estudian, lo analizan, lo acompañan y lo invitan a crecer, son las empresas que hoy lideran los grandes mercados, las grandes industrias y además son las que se sostienen en el tiempo.
Humanizar nuestras empresas quiere decir, comunicarse, hablar, sentir, pensar, generar espacio para la participación, generar espacios para la retroalimentación, generar conciencia social interna en la organización, compartir valores, compartir momentos de alegría para así tener quien apoye y entienda la crisis. Es decir humanizar empresas en estos tiempos tiempos requiere valor departe de quienes están a cargo de la toma de decisiones, requiere coraje y liderazgo.
Humanizar las organizaciones y las empresas, es una urgencia, porque cada uno de esos colaboradores individualmente sentirá tarde o temprano la incomodidad de ser un número, de ser invisible, ser una cuenta para que se le pague un cheque, de no tener voz, de no tener ni sentir real mérito en entregar su esfuerzo y su conocimiento.
Cuando el individuo, colaborador, profesional siente ese despertar de su humanidad en un medio hostil y además indiferente... se va, se desestimula, se anula así mismo y su entorno se vuelve vacio. Justamente es un espejo de la organización que representa.
Se los dejo a los colaboradores, clientes, proveedores, supervisores, jefes, gerentes, dueños, coordinadores, profesionales todos ... y humanos.
PRE
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