Elia y la lluvia.

Elia y la lluvia...

Empezó la lluvia y sin poder moverse por el frío, Elia  miró a través de la ventana, una a una las gotas cubrieron sobre la calle,  cerró sus ojos y se dejo llevar por el sonido, sin darse se cuenta se quedó dormida....

Elia, en sus  sueños, escuchó una voz de mujer suave que con cariño le susurró al oído...era la lluvia personificada en una bella mujer de largo pelo castaño... y le decía  - Ve más despacio, que es necesario darle tiempo al tiempo, que hay que ponerle freno al enredo de la vida, y hay un hacer un alto o ir despacio para ver las señales... cuando yo llego, la gente corre para no mojarse, en lugar de parar....

Pero Elia le contestaba, la siento que la vida se me pasa y  quiero hacerlo todo rápido, quiero que las cosas pasen ya y no me quiero mojar! ¿Quien eres tu? ¿Por qué me hablas de señales?

- Soy la lluvia... esa que está afuera y que te acompaña ... No tengas miedo...

 - Pero ... qué tiene la lluvia que decirme, eres incómoda, lo mojas todo, haces que las personas se quejen.. y hasta provocas mucho frío ...

- Tengo una razón de ser cada vez que lluevo y doy un mensaje a cada uno diferente, el frío sólo es parte de mi cuando tu lo quieres sentir...

 - Es cierto cuando hace frió me cubro de todos los abrigos que tengo, como una abrazo a mi misma, como un abrazo para calentarme el alma.

- Escucha la sinfonía de mis gotas caer, relájate, siente, vibra... es un concierto para el alma que sólo yo se hacer, que te permite crecer, es intenso y perfectamente armonioso que no tienes que hacer mayor esfuerzo para entenderlo.... ¡Aprovechame! deja que yo te moje, que te bañe con agua bendita, aprovecha mi lluvia para limpiar tu cuerpo... para lavarlo, para desintoxicarlo, para exfoliarlo naturalmente de tanto humo, señalamiento y decadencia del entorno... No me tengas miedo... soy sólo lluvia...

En ese momento la joven se despertó, seguía lloviendo afuera.... y con una sonrisa en sus labios pensaba...Todo tiene un tiempo y hoy es tiempo de lluvia, de todas maneras como todo pasará y siempre tendré algo que aprender. Abrió la ventana y grito - ¡Amiga lluvia que lindo hablas! ya no te quiero lejos! 

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