miércoles, 13 de julio de 2011

Sin miedo a la pérdida

De pie y con los ojos llenos de lágrimas,  nos encontramos frente al espejo, porque no sabemos qué camino tomar, a dónde llevar nuestras vidas, o cómo seguir?. Cuando tenemos miedo a perder... nos paralizamos.

La pérdida es un vacío, es espacio, es una no materia, es un sentimiento hueco, es dolor y es enojo. Quienes han perdido un amigo, un trabajo, un hijo, un proyecto, una idea lo saben. No es fácil de explicar, es doloroso y gris. Es real. 
No creo que nos podamos encontrar en la vida, alguien que nunca haya perdido algo, parece que la pérdida termina siendo una de esas cosas que en muchos casos nos unen como un común denominador, y aunque lo que hayamos perdido sea diferente nos une la experiencia y la razón. 

Claro que seguir escribiendo sobre lo duro y triste que es la pérdida es fácil y llenaría libros completos con solo el tema de la tristeza y el enojo que produce. Pero esa no es mi idea.

Saber que existirá el dolor y la tristeza nos da una ventaja, nos prepara. Nos ayuda. 

Darle vuelta a la página de nuestros sentimientos es lo que quiero proponer, por supuesto que hay que sentirlos y vivirlos... patalear en nuestra intimidad ese dolor que nos llega a lo más profundo y nos hace acercarnos a nosotros mismos y por eso nos dejamos llevar por el llanto, cuando algo nos duele en el alma porque lo perdimos... Hasta creo que hay que aprender a disfrutarlo.

Pero no se puede vivir con la tristeza marcada en cara, no se puede vivir con el enojo en el corazón que se saldrá por la boca cada vez que hables, no se puede seguir adelante si estás pegado todavía en esa maraña de resentimiento y dolor por la pérdida, es más no se puede pensar claro. 

Hay que levantar la cabeza, enjugar las lágrimas, vernos al espejo y sonreír, porque ya pasó...
Sin miedo salir a la calle y seguir la vida, porque es corta y pronto termina. Porque afuera están los árboles, y las aveces que cantan, porque el cielo pase lo que pase siempre será azul, porque el pasto brotará nuevamente cuando termine la lluvia, porque el río sigue su cause, y porque el amor ahora es más grande! 


Se los dejo,

PRE 

1 comentario:

Cromosoma X dijo...

Coincido con vos Paula en la importancia de aprovechar los momentos "en blanco", las pruebas o los "dolores" para crecer, para renacer, para sacar fuerzas y ser mejores. En la vida no podemos pensar que estamos en un constante eterno de felicidad, pero si en matener una actitud positiva ante todas las lecciones que tengamos por aprender... Gracias por tus palabras.